DOCUMENTAL DE "60 minuts" , "Pensant en els altres"

El programa “60 minuts” del canal 33 emitió un documental que narra las vivencias de un profesor de una escuela de Japón, llamado Toshiro Kanamori.

El documental ha sido premiado en numerosos festivales por la ternura y la dulzura que transmite en la enseñanza y por el cántico a la vida que representa, recibiendo premios como: el Gran Premio del Festival de Banff 2004, la medalla de bronce en el Festival de Nueva York, el Gran Premio en el Festival de Televisión de Japón y la Medalla de Oro en el Festival Internacional de EEUU de Religión, Ética y Humanidades.

El documental fue rodado durante un año en la escuela pública infantil de Minami Kodatsuno, en la Ciudad de Kanazawa, de unos 8.000 habitantes, y nos enseña la forma de aprender de unos niños y nos hace pensar sobre la esperanza y la fuerza. Para ello siguen el trabajo en grupo del curso correspondiente a 4º de primaria (formado por 35 alumnos) y su tutor, Toshiro Kanamori, que resulta ser un enamorado de su trabajo y cuyo principal objetivo consiste en conjugar dos factores: la enseñanza y la diversión, que los niños aprendan sin aburrirse. Es un maestro que también se enfrenta a la falta de concentración de los alumnos, al poco entusiasmo, pero a través del reportaje podemos comprobar cómo va resolviendo estos problemas, y como con habilidad hace que los niños avancen en la enseñanza de las materias del curso, pero sobretodo en el arte de vivir. También nos muestra como los niños reaccionan frente al ambiente de adultos que los envuelve y frente a los problemas que angustian muchas veces a los padres.

“Venimos a la escuela a ser felices, para lo que tenemos que ser felices todos”
Toshiro Kanamori

Al finalizar, se me plantean varias preguntas: ¿Aparece esta lección en los programas del Ministerio de Educación que con tanta frecuencia se modifican en España y en otros países?; ¿Aceptarían los padres que a sus hijos les enseñasen prioritariamente a ser felices en vez de asignaturas académicas útiles de verdad?; ¿Interesa al sistema nuevas generaciones de ciudadanos con empatía, responsabilidad social y con vidas más plenas que son menos manipulables y consumistas? En respuesta a estas preguntas solo puedo pensar que el sistema actual es el que más interesa a las clases gobernantes de este país, ya que se trata de un sistema educativo mecánico que “fabrica” ciudadanos fácilmente moldeables y sin prácticamente capacidad de pensar en los demás, que coarta la creatividad y expresividad de los alumnos, y que consiste en la transmisión directa de conocimientos, cosa que por muchos estudiosos, como por ejemplo Paulo Freire, es imposible.